martes, 22 de mayo de 2012

ETAPAS DE SU CONSTRUCCION


El templo mayor fue construido en siete etapas y tuvo cuatro ampliaciones, (estas sucesivas construcciones se iban amontonando una sobre otra de forma que cada una recubría la anterior).


Etapa l (alrededor de 1390 d.C.).1De la primera etapa, la original, no queda ninguna evidencia debido a que habría sido levantada con un material perecedero ( Este primer basamento dedicado a Huitzilopochtli, aunque humilde porque fue construido con lodo y madera).


Etapa II (alrededor de 1390 d.C.). Esta etapa constructiva se caracteriza por su muy buen estado de conservación. Se excavaron los dos adoratorios de la parte alta. Frente al acceso de Huitzilopochtli se halló la piedra de sacrificios, consistente en un tajón de tezontle bien fincado en el piso; debajo de la piedra había una ofrenda de navajones y cuentas verdes. Varias ofrendas se detectaron debajo del piso del adoratorio, entre ellas dos urnas funerarias que contenían restos óseos humanos quemados (ofrendas 34 y 39). Al parecer se trata de los restos de algún personaje de la más alta jerarquía, pues iban acompañados de cascabeles de oro y el lugar que ocupaban las ofrendas era exactamente a la mitad del adoratorio, al pie de la banqueta en donde se debió de colocar la figura del dios guerrero. Un glifo 2 Conejo localizado en el último escalón y en eje con la piedra de sacrificios indica, aproximadamente, la fecha asignada a esta etapa constructiva, lo que hace pensar que los aztecas aún estaban bajo el control de Azcapotzalco. El lado de Tláloc también se encontró en buen estado; en los pilares de acceso a su interior vemos pintura mural tanto en el exterior como en el interior del aposento. Esta etapa debió de tener unos 15 metros de altura, si bien no pudo ser excavado en su parte inferior, ya que el nivel de las aguas freáticas lo impidió.


Etapa III (hacia 1431 d.C.). Esta etapa tuvo un crecimiento considerable por los cuatro lados del templo y cubrió totalmente a la etapa anterior. La fecha corresponde a un glifo 4 Caña que está en la parte posterior del basamento y que indica, por cierto, que los aztecas se habían liberado del yugo de Azcapotzalco, lo que ocurrió en el año 1428, bajo el gobierno de Itzcóatl, por lo que ahora los tepanecas eran los tributarios, de ahí que el templo adquiriera grandes proporciones. Reclinadas sobre la escalinata que conduce al adoratorio de Huitzilopochtli se encontraron ocho esculturas, posiblemente de guerreros, que en algunos casos cubren su pecho con las manos, en tanto que otras tienen una pequeña oquedad en el pecho, en donde se descubrieron cuentas de piedra verde, que significan corazones. Pensamos que se trata de los huitznahuas, o guerreros del sur, que combaten en contra de Huitzilopochtli, conforme relata el mito. Sobre la escalinata de Tláloc también aparecieron tres esculturas de piedra, una de ellas representando a una serpiente, de cuyas fauces sale un rostro humano. En total se hallaron trece ofrendas asociadas a esta etapa. Algunas contienen restos de fauna marina, lo que significa que ha dado comienzo la expansión mexica hacia la costa.


Etapas IV yIVa (alrededor de 1454 d.C.). Estas etapas se atribuyen a Moctezuma I, quien gobierna Tenochtitlan entre 1440 y 1469. Los materiales provenientes de las ofrendas ahí encontradas, así como los motivos que decoran el edificio, indican que el imperio está en plena expansión. De estos últimos hay que destacar las cabezas de serpiente y los dos braseros que las flanquean, las cuales se localizaban hacia la parte media de las fachadas norte y sur y en la parte posterior de la plataforma. La etapa IVa es únicamente una ampliación de la fachada principal. En general, las ofrendas excavadas muestran restos de peces, conchas, caracoles y corales, y piezas procedentes de otros sitios, como las de estilo Mezcala, Guerrero, y los “penates” mixtecos, de Oaxaca, lo que nos habla de la expansión del imperio hacia esas regiones.


Etapa IVb (1469 d.C. ). Se trata de una ampliación de la fachada principal, atribuida a Axayácatl (1469-1481 d.C.). Los restos arquitectónicos más significativos corresponden a la plataforma general, pues de las dos escalinatas que conducen a los adoratorios apenas quedaron algunos escalones. Entre las piezas sobresalientes de esta etapa se encuentran la monumental escultura de Coyolxauhqui, ubicada sobre la plataforma y a la mitad del primer escalón del lado de Huitzilopochtli. Varias ofrendas se hallaron alrededor de la diosa. Cabe señalar dos urnas funerarias de barro anaranjado que contenían huesos quemados y algunos otros objetos. Estudios de los restos óseos indicaron que se trata de personas masculinas, quizá militares de alta jerarquía heridos y muertos en la guerra en contra de Michoacán, pues no hay que olvidar que Axayácatl sufrió una dolorosa derrota ante los tarascos. Otros elementos presentes sobre la plataforma son las cuatro cabezas de serpiente que forman parte de las escalinatas que llevan a la parte alta del edificio. Dos enmarcan la escalinata de Tláloc y las otras dos la de Huitzilopochtli, siendo diferentes las de cada lado. También son importantes las dos enormes serpientes de cuerpo ondulante que están en los extremos de la plataforma y que llegan a medir cerca de 7 metros de largo. En los extremos también hay aposentos con pisos de mármol para determinadas ceremonias. Un pequeño altar llamado “Altar de las Ranas”, ubicado en el lado de Tláloc, interrumpe la escalinata que conduce desde la gran plaza a la plataforma.


El mayor número de ofrendas se encontró en esta etapa, debajo del piso de la plataforma; ello nos habla del apogeo de Tenochtitlan y del número de tributarios bajo su control. El Templo Mayor crecía en tamaño y magnificencia y era un reflejo del poder azteca en otras regiones.


Etapa V (aproximadamente 1482 d.C.). Poco es lo que queda de esta etapa, sólo una parte de la gran plataforma sobre la que se asentaba el templo. Quizá lo más importante sea un conjunto encontrado al norte del Templo Mayor que llamamos “Recinto de las Águilas” o “de los Guerreros Águila”. Consiste en un vestíbulo en forma de L con restos de pilares y banquetas decoradas con guerreros policromados. Sobre las banquetas se encontraron, en la puerta que da al poniente, dos soberbias figuras en barro que representan a guerreros águilas, y en otra puerta dos esculturas del mismo material, de Mictlantecuhtli, señor del inframundo. El conjunto tiene aposentos, pasillos y patios interiores; en la entrada de un pasillo se hallaron, sobre la banqueta, dos figuras de esqueletos hechos de barro. Esta etapa se atribuye a Tízoc (1481-1486 d.C.).


Etapa VI (hacia 1486 d.C.). Ahuízotl gobierna entre 1486 y 1502. A él puede atribuirse esta etapa, la cual cubrió los cuatro lados del templo. Hay que destacar los adoratorios que se hicieron junto al Templo Mayor; se trata de los llamados “Templos Rojos”, cuyas fachadas principales ven hacia el oriente. Se encuentran a ambos lados del templo y aún conservan los colores originales con los que estaban pintados, en los que predomina el rojo. Tienen un vestíbulo decorado con aros de piedra del mismo color. En el lado norte del Templo Mayor se localizaron, alineados con el Templo Rojo de ese lado, dos adoratorios más: uno decorado con cráneos de piedra y otro que ve hacia el poniente. El primero resulta particularmente interesante, pues está en medio de los otros dos, y por estar decorado con cerca de 240 cráneos bien puede indicar el rumbo norte del universo, el rumbo de lo frío y de la muerte. Hay otro adoratorio más detrás del “Recinto de las Águilas”, llamado adoratorio D. Está bien conservado y en su parte superior muestra una huella circular que sugiere que ahí estuvo empotrada una escultura. También se encontró parte del basamento del “Recinto de las Águilas”, lo que significa que el edificio se agrandó en esta etapa.


Etapa VII (hacia 1502 d.C.). Se ha encontrado solamente parte de la plataforma que sostuvo al Templo Mayor. La construcción de esta etapa se atribuye a Moctezuma II (1502-1520 d.C.); fue la que vieron y destruyeron hasta los cimientos los españoles. El edificio alcanzó los 82 metros por lado y cerca de 45 metros de alto.


Hasta aquí hemos visto lo que la arqueología ha permitido encontrar a lo largo de cinco años de excavaciones, pero aún falta por ver cuál es el simbolismo de tan importante edificio y el porqué estaba dedicado a dos dioses: Huitzilopochtli y Tláloc.


En las más recientes investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en las ruinas del Templo       Mayorsobresale aquella que se realizó durante el gobierno de Huitzilíhuitl, segundo tlatoani de Tenochtitlan; de esa etapa se conservan los muros de los adoratorios, el téchcatl o piedra sagrada de los sacrificios y una escultura del Chac-Mool. Destaca también la etapa constructiva ejecutada durante el gobierno de Izcóatl, de la que se descubrieron, sobre la escalinata que conducía al adoratorio de Huitzilopochtli, varias esculturas de portaestandartes que, a manera de guerreros divinos, defendían el ascenso al templo de la suprema deidad.

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